JUSTICIA Y MEMORIA COLECTIVA: crónica de viaje a La Perla

A veces pienso y siento, que tenemos el raro privilegio de que nos pasen cosas importantes, y naturalizarlo como algo dado, que debe ser así…

Venimos trabajando con el proyecto D.N.I. (Descubrir Nuestra Identidad)…para hilvanar  Memorias Vivas… hace ya unos cuantos años y cada vez que visitamos los Espacios para la Memoria como La Perla o el D2, siempre podemos encontrar sentimientos, cosas, efectos nuevos en nosotros y en otros, resignificarlos y volver sobre lo andado sintiendo que asistimos a momentos inolvidables para nosotros como docentes y para nuestros estudiantes.

 

Salimos un 04 de agosto a las 7 y 30 de la mañana, con caras de sueño pero con el entusiasmo de siempre.

El destino primero era La Perla…el ingreso fue a horario e hicimos un pequeño recorrido sin guía, para posteriormente escuchar atentamente las explicaciones.

Siempre se tuvo en claro que este año es un año particular. Particular porque especialmente este mes, lo es. El 25 de agosto, es una fecha clave para la historia argentina. Pasará a la historia para ser recordada para siempre: “Juicio de la Megacausa:  La Perla-Campo de la Ribera”, no es una causa más… y será por toda esa carga,  que nuestros alumnos ya lo decían cuando llegamos a La Perla…

Una alumna preguntó: “¿Profe, siempre eligen una fecha especial o un momento especial para venir?”… Quizás es anecdótico pero viajamos en una oportunidad con un familiar de un desaparecido de la dictadura, que nos contó en el viaje su calidad de familiar, y nos sorprendió la tristeza, nostalgia, el shock de saberse cerca, muy cerca del dolor de otro, del dolor de cada argentino.  En otra oportunidad realizando el recorrido nos encontramos en el D2, a un ex detenido del lugar, que por primera vez volvía a ese sitio…FUERTE…fuerte como su testimonio en primera persona.

Y por esas vueltas de la vida, tuvimos alguna vez el privilegio de hacer el recorrido en La Perla con Graciela Biallet, la autora de “Sapos de la Memoria”. Otra visita inolvidable, por este lugar… y quizás por todas estas causalidades y no casualidades, es que este año viajamos en el mes de agosto…el mes de la sentencia.

Al entrar a La Perla, nos encontramos con una muestra de Gustavo Contemponi, su “Album de dibujos”… les cuento un poco quién es Gustavo… permaneció secuestrado en La Perla entre 1976 y 1977, es arquitecto pero sus dibujos se han destacado por ser importantes testimonios gráficos sobre este Centro Clandestino de Detención. Y en esto de encontrarse con gente significativa tuvimos la suerte de que ese día también estaba en La Perla, Agustín Di Toffino,  hijo de Tomás, desaparecido en este sitio. Bueno, son anécdotas de la importancia de hacer “circular la memoria” como digo yo.

Los recorridos siempre tienen algo de magia, de intriga, de multiplicidad de significados… en un momento me pidió una alumna no ingresar a “la cuadra”, solo me dijo “es muy fuerte, se siente un frío especial. Corta el aire” y es esa la sensación justa que siento cada vez que vuelvo a ese sitio. Es reconocer un olor particular, una sensación especial, un dolor común. Pude ver adolescentes conmovidos frente a la muestra (sobre)VIDAS, la muestra de objetos sacados del Campo de Concentración de La Perla.

En ese sitio una alumna llorando me dijo “es muy triste”…y sí, a veces cuesta, volver a esos sitios, no puedo negarlo. Son historias de despojos, herencias y resistencias…

Por la experiencia particular como profesional de la docencia, puedo afirmarles que cada grupo es distinto, y que suceden cosas totalmente diversas dependiendo las particularidades, las individualidades, etc. Y este grupo la verdad, creo que bien podría haber hecho el recorrido  por este sitio sin ningún guía, y no por desmerecer la buena intención y acompañamiento de Matías. Sino por el hecho que tenían trabajado e internalizado este recorrido, a la distancia pero con un criticidad que hasta hoy me asombra.

Este espacio en particular, es un territorio conquistado para el ejercicio colectivo de la reflexión, para desentrañar las tramas del pasado, los procesos que llevaron a la construcción de este presente pluridimensional, un lugar para dialogar, repensar, para habitar a través de la memoria, la palabra, las subjetividades.

Con todo lo que esto significa, asistimos a la antesala por la cercanía de la fecha, a lugares donde se resignifica permanente estos hechos históricos conmovedores de nuestro pasado reciente.

Fue importante para todos, ya que pudimos contextualizar la zona, la época y el espacio físico específico, interpelando los hechos históricos, desde un lugar diferente al aula, con la cercanía del impacto visual e ideológico que esto acarrea.

Y nos sorprendió el medio día y la inmediatez de la vida diaria. Almorzamos entre anécdotas, comentarios e inquietudes. Todo esto amenizado por las ocurrencias de siempre.

Pasadas las 14 y 30hs. llegamos al D2 (Departamento de Informaciones de la Policía de la Provincia de Córdoba)  y Archivo Provincial de la Memoria, enclavado en el centro de la ciudad de Córdoba. La ciudad-con sus escenarios, tiempos y lenguajes- un lugar en donde se posibilitan la convivencia de construcciones sociales de lo más diversas. Sobre el Pasaje Santa Catalina, se encontraba una muestra aérea de imágenes de desaparecidos que hacían de prólogo del Archivo.

En este lugar, se entretejen lo material y lo simbólico, que se articulan para dar sentido a este espacio. En uno de los pasillos se puede visualizar en forma recta una de las cúpulas de la catedral como vigilante anónimo y testigo de un pasado doloroso, que encerraba memorias colectivas de un pasado cargado de reclamos de justicia. Lo que nos sorprendió fue que los grupos humanos que pasan a diario por este lugar, se esfuerzan por transformar, mediante actos de apropiación, el territorio. Algunas de esas transformaciones se dan a partir de las inscripciones sobre el espacio, huellas que van tensionando las interpretaciones del presente, del pasado y el futuro… eso nos llamó la atención y nos hizo reflexionar sobre la importancia de cuidar estos monumentos históricos “con vida”, me dijeron, e hicieron el parangón con nuestras sierras, y la violación permanente a la naturaleza que suelen hacer y dejar huella los visitantes… y otra vez me vino a la mente la certeza de que “algo estamos haciendo bien” en estos chicos…

Visitar el terreno, donde el acontecimiento es posible, donde las memorias se pronuncian, se hallan, acontecen, se plasman… donde se puede ver el exilio y su impacto, lo terrible del paso de tanta gente por estos sitios y el aparente “desconocimiento o desinterés” según el ojo con que se lo mire, del resto de la sociedad… nos hizo analizar y para algunos resultó más significativo este recorrido que el anterior.

Después de tanto impacto social, de exposición a flor de piel de un pasado tortuoso visitamos la Biblioteca Mayor de la Universidad Nacional de Córdoba.

Nos llenamos de anécdotas en ese lugar donde nos requería el silencio… situaciones difíciles si nos imaginamos a nuestros chicos alborotados y entusiasmados de ver y conocer.

Hicimos un breve recorrido por el lugar que incluyó una evaluación oral del profe de lengua que incluyó las influencias en las construcciones en miniatura que se encontraban expuestas en el Rectorado de la UNC.

A partir de ahí nos dirigimos hacia la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales. Recorrimos sus aulas, se imaginaron algunos alumnos en ellas, un poco cansados porque el día se hacía largo, terminamos este recorrido exhaustos y preparados para la lógica capitalista que se impone a diario…”El Patio Olmos”, la mole comercial que tanto atrae.

Y justo a las 18hs. puntuales emprendimos el viaje de regreso, con los pormenores que implican los viajes donde conviven diferentes experiencias, vivencias, sentimientos, gustos musicales y la complejidad de la vida misma.

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