Celebración por el Día del Maestro 2015

Compartimos con ustedes las palabras que la seño Marcelina de la Fuente nos regaló por el día del Maestro y las fotos del festejo, donde los chicos homenajearon a sus maestros con bailes, poesía y regalos.

«Hoy hablo en nombre de mis compañeros y mío propio. Tenemos la necesidad de compartir con nuestros alumnos, familias y compañeros, una reflexión. Queríamos contarles que los docentes somos seres humanos, tan humanos como ustedes. Nos emocionamos, nos enamoramos, nos enojamos, tenemos gustos e intereses diversos, nos equivocamos, nos enfermamos, en fin, somos tan humanos como cualquiera de ustedes. Y como cualquier ser humano somos seres capaces de aprender y de enseñar… con la diferencia, que nosotros elegimos esto de aprender y enseñar como profesión, y por vocación. Este camino que elegimos ya hace tiempo en su mayoría, implica no solo la decisión de estar frente a las aulas, también implica tomar una posición ante la realidad y saber qué lugar tenemos en la sociedad y qué lugar queremos ocupar. Pero por sobre todo saber qué sociedad queremos para todos, qué tipo de escuela queremos.

Una escuela inclusiva, que no discrimine, donde se puedan escuchar tonadas diferentes como la de Facu de 6º o la de Enrico, donde los colores de piel de los que estamos acá sean distintos, donde se pueda escuchar un chamamé, un tango o una canción de jazz. La escuela que no elija a los chicos porque creen o no en un Dios. También esa misma escuela donde se les dé a los alumnos la oportunidad de construir junto a nosotros aprendizajes significativos, como la semana pasada cuando Paula con orgullo nos contó que su abuelo era descendiente de comechingones y trajo para mostrar una conana y un mortero gigante, o como Daniel, Juani y … que cocinaron un bizcochuelo en el patio con su hornito solar. Saben una cosa, esto no tendría sentido sin los chicos, porque sin ellos no hay escuela… Esa misma escuela de los padres que apuestan a este proyecto, y están ahí apoyando nuestro trabajo, ofreciendo una oportunidad para crecer, para sugerir positivamente.

De los maestros, los mismos que hacemos nuestro trabajo con el máximo de profesionalización posible y siempre vamos por más. Este conjunto de personas que hacemos docencia todos los días, esto es, brindar una nueva oportunidad, por ejemplo cuando decidimos enseñar a nuestros niños que el primer genocidio que tuvo Latinoamérica fue el exterminio de nuestros pueblos originarios, cuando decidimos enseñarles que se puede llegar al mismo resultado a través de diferentes formas y no la única que la seño o el profe dijo, cuando les leemos el cuento “Un elefante ocupa mucho espacio” de Elsa Borneman, pero también les enseñamos que este fue un libro prohibido durante uno de los tiempos más oscuros de nuestro país, porque relataba una huelga de animales en su trama. Les cuento que también hacemos docencia cuando nos paramos frente a la realidad de una manera para compartirla y enseñar a interpretarla. Cuando les proponemos a los padres que vengan y nos digan lo que piensan y sienten, cuando nos abrimos a las críticas, pero puertas adentro… el afuera no construye, nos desune, nos fragmenta, nos destruye. Podemos hacernos fuertes hacia adentro…y, ojo, si hacemos lo contrario, si nos callamos por miedo al “qué dirán”, si enseñamos a pensar como calculadoras, si reproducimos todo sin pensar lo que decimos, si seguimos el juego de “me contó, que le contaron, que yo te cuento”… si creemos que somos neutrales y no participamos, también construimos la realidad, pero esa misma realidad que criticamos luego. Cada 11 de septiembre, le rendimos homenaje a Don Domingo Faustino Sarmiento y en su nombre a todos aquellos que elegimos sus pasos y asumimos el compromiso de enseñar. Ser educador implica ser protagonista de esta realidad, de este milagro que es convertir en ciudadanos capaces de poder analizar el mundo y transformarlo. Pero sin ustedes familias, poco podríamos hacer para transformar esta realidad en la que vivimos…Gracias.

Compañeros, nos transformemos cada día en cientistas de la educación, honremos nuestro trabajo, lo valoremos, no lo menospreciemos, estamos haciendo mucho más de lo que a veces creemos. Más que nunca debemos alzar firmes y seguros, las banderas de la ética, la responsabilidad, la verdad, la honestidad, para que nuestros alumnos no las pierdan de vista. Los valores, deberán ser ejemplo y cimiento, para entender, sortear y evaluar las dificultades que la vida actual le presenta a los niños. Porque ser maestros es lo mejor que podemos hacer, es lo mejor que sabemos ser….por todo esto sigamos sembrando… Esta es la obligación que tenemos hoy… es la demanda de nuestra sociedad… Gracias a cada uno de nuestros alumnos, los de hoy y los de ayer, los que están y los que se fueron, gracias por darle sentido al día a día. Gracias a las familias por creer en nosotros, por apostar al desafío de trabajar juntos, por confiarnos lo más preciado que tienen, sus hijos. Gracias a cada uno de mis compañeros, por ser amigos, ejemplo, guía a seguir, confidentes, una mano que abraza y contiene…

¡Feliz día a todos lo que de una u otra manera se dedican a la maratónica tarea de enseñar!»

 

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