El pasado lunes 5 de marzo, estudiantes, docentes, directivos, y demás personal de nuestra institución, junto a las familias, dimos la bienvenida a este Ciclo Lectivo 2018. Un nuevo año para seguir construyendo conocimiento, afianzando lazos, descubriendo.
«La búsqueda de una vida más humana debe comenzar por la educación». Ernesto Sábato
Compartimos con ustedes las palabras que la Seño Marcelina de la Fuente compartió con Inicial y Primario para este inicio de año escolar:
«Buenas tardes a todos… pensar en el inicio de un nuevo ciclo escolar nos para de frente a la compleja realidad de una manera distinta, en épocas de reclamos, de manifestaciones a veces violentas, con discursos poco conciliadores y separatistas, y nos hace preguntar ¿qué hacemos desde la escuela para contribuir y pensar un futuro mejor para todos?… y Jorge Larrosa proponía en Andar entre Lenguas (FLACSO) en el año 2009 un texto muy bello que dice más o menos así…
“No hay mayor desafío para un profesor que el que alguien le diga: “no me enseñes lo que sabes, ¡dime lo que piensas! O, mejor, ¡enséñame lo que te hace pensar!”…
Enseñar es hacer pensar, dar a pensar, transmitir a otros lo que pensamos y, sobre todo, lo que nos hace pensar. O, dicho de otro modo, compartir los problemas, las preguntas, las curiosidades, las inquietudes”…
Y tomar la palabra es un derecho de todos, pero ejercer ese derecho sin tener en cuenta la palabra del otro puede generar una palabra inoportuna, autoritaria o egoísta más en el contexto actual. Tomar la palabra, implica entonces, asumir la responsabilidad de escuchar la palabra de todos y al mismo tiempo el compromiso educativo de permitir y suscitar que todos tengamos derecho a tomar la palabra. Leer en este sentido, es siempre escuchar la palabra de otro. Y la escuela es un espacio de reflexión y revisión permanente de este ejercicio…. Este es un sitio donde la acción cultural está mediada, donde nos convertimos en provocadores culturales, donde se contribuye a ampliar el horizonte de reflexión y el universo simbólico de cada uno de los actores, donde ayudamos a analizar esta realidad cada vez más compleja, cada vez más hasta imaginada convulsionada, mediada por ojos, por visiones, atravesada y mediatizada por el espectáculo de qué es lo que vende más… o qué es más siniestro ….es en la escuela donde se encuentra la esperanza…es uno de esos lugares privilegiados donde crece y se fortalece la esperanza…donde niños, jóvenes y adultos encuentran la gran ocasión de experimentar el desafío y el compromiso de cambiar el mundo.
Solo de eso se trata este encuentro…de habilitar un lugar, quizás horizonte, quizás rincón, quizás resquicio, para tomar todos la palabra y hablar y hablarnos de las lecturas del mundo, para compartir el pensar y el hacer en torno a la escuela. Para hacer circular, para concedernos el tiempo necesario para hacer circular entre nosotros y hacia/hasta otros, esa palabra, multiplicada y resignificada en la diversidad de las voces, de los contextos, de los quehaceres, de los desvelos y de las revelaciones, de las exploraciones y de los descubrimientos, de los destellos y de las sombras. …es hora de pensar las rutas de acceso, los puntos de partida y los destinos, los modos de caminar y los itinerarios… pensemos el ciclo escolar no como una empresa de conquista sino una búsqueda que pretende favorecer la configuración y la reconfiguración de la experiencia y el conocimiento a través de enlaces que tejen trayectorias múltiples, posibles vías de recorrido. Y ese es el desafío hoy…pensarnos desde otros lugares, con los mismos valores de siempre, con mayor compromiso, con miradas más plurales, con palabras más conciliadoras, pero más justas y más certeras para que nuestros niños crezcan con miradas plurales, aceptando opiniones distintas, con sentires más solidarios, para que juntos transitemos este camino con el entusiasmo del primer día pero con la seguridad que estamos dando lo mejor de nosotros para que nos atrevamos a pensarnos en un mundo mejor. ¡Gracias por el compromiso asumido de encontrarnos en un nuevo año!, por acompañar este sueño, por ser parte de él. ¡Feliz inicio para todos!»
